top of page

La izquierda cundinamarquesa tiene candidato propio

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Google+ Clean Grey
  • LinkedIn Clean Grey

La izquierda cundinamarquesa tiene candidato propio

Por Rafael Ballén

 

Yo pensaba que ya había hecho todo en la vida. Con esa satisfacción me encontraba culminando una obra intelectual, que inspirado en Platón, había comenzado a construir en las aulas de la Normal de Zipaquirá. Entre ocho y doce horas diarias de lectoescritura, que solo suspendía para entregar mi cuota de militancia política al Polo: las reuniones de los comités programáticos e ideológicos del novel partido. Ese apacible mundo fue interrumpido por  un sector del Polo que se empeñó en que la izquierda debía tener candidato propio  a la Gobernación de Cundinamarca, y que el postulado debía ser Rafael Ballén.  A los voceros de esa idea les di un abanico de candidatos y les presenté tres inhabilidades personales insalvables: mi compromiso intelectual, un viaje de cinco semanas fuera del país en plena campaña y la carencia absoluta de dinero. Aunque en la Coordinadora Departamental del Polo había amigos del voto en blanco o del respaldo a uno de los herederos de Álvaro  Cruz, los partidarios de la autonomía polista no solo insistían en mi candidatura, sino que se obstinaron en lograr el consenso en torno a mi nombre. Acentuaron también sus argumentos: la unidad de la izquierda, un posible acuerdo de paz, quizás una constituyente, la construcción de un frente amplio y la derrota del conservadurismo ultramontano en 2018. Entonces, su tenacidad se impuso: el ocio intelectual saltó en pedazos y el viaje quedó en suspenso. Solo el tercer obstáculo se mantuvo incólume: las arcas de la campaña están vacías.

 

Suspendido el trabajo intelectual y el periplo académico, y, a la espera de que los recursos financieros de campaña lleguen por todos los medios democráticos lícitos, pongo a consideración de todos los lectores y electores la síntesis del Programa de Gobierno, versión  completa que se podrá leer en la página web: www.gobernacioncund.wix.com/rafaelballen.

 

La legitimación y defensa de lo público, que es el primer eje del programa, se logrará con la austeridad, la transparencia y la eficiencia en la inversión de los recursos oficiales, porque lo público, es público y para el público. No se trata de un simple juego de palabras. Es el principio que debe regir la ecuación que existe entre el servidor público y los bienes del Estado. Todo servidor público tiene unas funciones, y, para cumplirlas, el Estado, en sus diversas expresiones, le entrega unos bienes. Esos bienes no son para el disfrute, el goce, el uso, abuso y apropiación del empleado que los maneja, sino para lograr los fines del Estado, es decir, el bienestar de todos los miembros de la sociedad. Como un símbolo de austeridad y desprendimiento personal, renunciaré al cincuenta por ciento de la asignación básica mensual. Este dinero alimentará un Fondo Educativo, que resolverá pequeñas necesidades de las escuelas rurales más abandonadas del Departamento.

 

El segundo punto del programa consiste en el cumplimiento cabal de los derechos fundamentales: educación, salud, trabajo, vivienda, recreación, seguridad social y movilidad. Al darle prioridad a la educación, considero que jamás un Estado  podrá dar a sus niños toda perfección y la belleza que exigía Platón, sin contar con los educadores. Por eso, antes de dar cualquier paso, por más elemental que sea, hay que contar con los agentes primarios de la educación. En segundo lugar, los complementos y reajustes necesarios: la infraestructura física, los recursos para la alimentación y el transporte de los niños y adolescentes.

 

Desarrollo sostenible, para no agotar los recursos naturales ni causar daño grave al medio ambiente, es el tercer capítulo de mi programa. Si no se respetan los páramos, las fuentes hídricas, los bosques, los mares, las playas, estamos privando a las futuras generaciones del goce de esos bienes. En el marco de este punto, y, ejerciendo las funciones de  complementariedad e intermediación, se respaldará a los productores del campo en sus justas reclamaciones para que haya precios básicos rentables, y subsidios por calamidades ambientales, catástrofes naturales y variación en los precios internacionales.

 

El cuarto y último eje de mi programa versa sobre una cultura de paz, pos-acuerdo y convivencia de todos los cundinamarqueses. Estamos preparados para asumir los distintos escenarios y fases del proceso de negociación: firma del acuerdo, refrendación y ejecución de lo pactado. Insistiré en pedirle a las partes el cese bilateral del fuego, no levantarse de la mesa hasta agotar la agenda acordada, celeridad en el proceso de negociación, la verdad, los derechos de las víctimas, un mínimo de  justicia para todos los responsables y en la no repetición de los hechos.

 

La redacción del programa, cuya síntesis presento en esta nota, y, su explicación por pueblos y veredas, me forzaron a concluir que no todo lo había hecho en la vida: me faltaba ser Gobernador de Cundinamarca.

bottom of page